No
corrían días de vino y rosas allá por el mes de Marzo de este
mismo año, en mi “mochila” se acumulaban una decepción tras
otra de toda índole y condición, las dos últimas mis fallidos
intentos en volver a jugar al baloncesto de manera más o menos seria
e intentar emular a Mireia Belmonte apuntándome al Club de natación
de mi pueblo... huelga decir que a cada cual el ridículo fue más
grande y por consiguiente mi autoestima cayó a los mínimos, ya ni
el deporte, eso que tanto amaba desde bien pequeñito me daba
alegrías.
Sin
embargo dicen que el amor lo encuentras cuando menos te lo esperas y
así fue como llegó (para quedarse) el “correr” en mi vida.
Recuerdo ir andando por Gran Vía mientras escuchaba Radio Marca y
recuerdo como un periodista que luego supe que era el gran Rafa Vega
contaba sus aventuras como “maratoniano”, explicaba con una
evidente emoción lo feliz que le hacía pese a no ganar nunca y que
próximamente iba a estrenar un programa de temática 100% running en
Discovery Max...algo en mi se despertó, aproveché que mi cumpleaños
estaba cerca y me compré unas bonitas zapatillas Adidas de color
azul y que según me explicó el amable dependiente me duraría unos
900 km, vamos que con estas tiro ya para toda la vida pensaba
yo...ingenuo de mi.
El
sábado 5 de Abril salía por primera vez del portal de mi casa con
más miedo que vergüenza. ¿Me quedaría tirado a mitad del
recorrido? ¿Se notaría demasiado mi inexperiencia? ¿Tendría
sentido todo esto? Finalmente y tras dejar el bofe en la carretera
terminé mi primera tirada, 4.5 km en 25 minutos y 13 segundos. Al
acabar noté esa maravillosa sensación de felicidad que había leído
en las revistas y libros que ya se me amontonaban en la mesita de
noche, esa sensación de sentirse invencible, un doble de Supermán
pero disfrazado de runner, las endorfinas estaban de fiesta en mi
cuerpo tras tantos años de aburrimiento e hibernación.
Inmediatamente
después vendrían mis primeras carreras populares, mi humilde
progresión en tiempos y distancias ( pasé de súper patán a patán
simple ) y sobre todo mi confirmación que había encontrado EL
deporte, MI deporte. Pero eso ya será otra historia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario